domingo, 30 de noviembre de 2014

EL MADRID SIN LUKA









La versión actual del Madrid tiene su razón de ser en el equilibrio entre los medios y sus delanteros. El que iguala la jerarquía entre los vertiginosos pegadores y los centrocampistas que intentan dar ese poso necesario. En Málaga, y sin Luka, el jugador que como tarea y por características ensambla a unos con otros dando la velocidad en los momentos precisos, controlando los tempos, se volvió a las distancias exageradas entre las líneas mostrando debilidad. Situaciones donde los descolgados (Cristiano, Bale y Benzema) proyectaban su camino natural de contraataque y largas carreras, y los medios, (kroos y Isco) transitaban en los ramales divergentes que requiere el centro. Digamos que sin Modric, el equipo, huérfano, tiende a fragmentar esas dos propensiones, y el rival, coge aire. Se cortan el rollo los unos a los otros. Se resiente el bloque que ha propiciado el éxito.



Por parte del Málaga, su partido estubo marcado directamente por la ausencia del centrocampista local que sostenía al equipo todas estas jornadas. Sin Ignácio Camacho se perdió un poco todas las señas de identidad reseñables de este Malaga de Javi Gracia en lo táctico. Un equipo muy bien confeccionado con el canterano rojiblanco, pero algo desamparado sin él. Los blanquiazules jugaron con demasiada pasión, imagino que intentando compensar su ausencia. Se metieron demasiado atrás y con mucha pierna, favorecieron que el Real Madrid eliminase líneas de presión con demasiado poco. Más pendientes de Isco en la creación, que del verdadero proyector y canalizador de todo el juego merengue. Y por el contrario, ni intentaron explotar las carencias que Isco, -bastante desprotegido contra Boka, Duda y Castillejo- pueda tener aún en la fase defensiva. No se sabe muy bien cómo, pero el alemán (Kroos) siempre se las ingenia, de una forma u otra, para colocarse en ese preciso lugar e instante, para que la fluidez asome en todo momento. Toda la verborrea y elocuencia que tanto se echaba en falta tiempo atrás, definitivamente se la ha agenciado Ancelotti a Guardiola incomprensiblemente.

Kroos se saltaba la medular local con apenas un control orientado y un pase corto porque tanto Sergi Darder como Recio iban a por ellos atolondrados. Ese desequilibrio derivó en una ayuda demasiado prolongada de los extremos hacia pasillos interiores que vendió a Boka y Rosales ante los blancos de arriba. El Madrid acababa en la banda. Como le gusta al Málaga que le ataquen. Donde mas seguro se siente con Welington y Sergio Sánchez con balones aéreos, pero con un equipo enfrente con una probabilidad enorme de sacar centros fructíferos con Carbajal, Marcelo, y James. Al final ese descontrol le benefició, como en la mayoría de los casos, a los blancos. 


Y eso que ya da síntomas, -normal después de 16 victorias consecutivas- de cierta cansera. El equipo desde 3 partidos atrás pierde en fases de juego el control que antes nunca perdía.  Empieza a tener pérdidas propias del que llega tarde a la dinámica del equipo, que sigue siendo buena, y cae en la imprecisión. Las lineas en tramos se descuelgan demasiado y los derroteros del partido caen en una desorganización que le cuesta lo suyo amortiguar. Suerte del buen empleo del conjunto para leer esas situaciones y paliarlas, que le vienen de la época de Mourinho -el maestro del oficio-, que le permiten al equipo sacar ya dos partidos que se le podrían haber atragantado. Eso y la BBC. Que si no fuera por las tres manos iluminadas de kameni a Cristiano, hubiese acabado en goleada. 



Mención especial merece Karim... 

Que si el fútbol del Madrid pasaba por las botas del croata, ahora, con su lesión, pasa al francés esa habilidad, por su capacidad de canalizar y enlazar todo ese manojo de velocidades que tiene el equipo. Bencema es el jugador sobre el que pivota el juego en la sombra. Entiende los momentos, sostenidos por una precisión y una visión del juego privilegiadas. Las que necesita más que nunca el Real desde la lesión de Modric. Sin ellos, el juego es un abrupto zafarrancho de combate.






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