lunes, 13 de octubre de 2014

EL DELANTERO ERRANTE







"Necesitas el apoyo de tus compañeros, porque si no, te hundes". Son palabras de Paco Alcácer acerca de Diego Costa, el delantero obcecado con el ansiado gol con España... hasta ayer. Su compañero en punta lo demostró durante el partido. En todo momento, desde el principio, sus movimientos iban destinados (como los de todos sus compañeros), a ayudar a Costa a marcar, porque saben que lo necesita, que lo sufre.  Puede parecer frívolo que en un deporte colectivo alguien piense de manera egocentrista. Únicamente en su gol. Pero cualquier delantero -o futbolista- sabe que va ligado intrínsecamente a la figura del punta. Un jugador que marca la diferencia como es Diego Costa, (es uno de los más desequilibrantes del planeta) sabe que el equipo vive mayoritariamente de sus goles. Y lo siente como algo a cargo de su responsabilidad. Precisamente esa autoexigencia que se imponen es la que les hace llegar al nivel al que llegan. Estar en constante progresión. Porque cada partido adquiere, con la necesidad del su gol, un nivel de exigencia que les permite mantenerse en la máxima tensión competitiva




El problema es cuando se falla más de la cuenta. Ahí comienza su obsesión. Todo entonces gira alrededor de la consumación. A partir de ese momento el delantero erránte solo tiene en la cabeza todos esos goles fallados y entra en un estado de ofuscación. Contra más fallos acumule, más sentimientos erráticos rondaran su cabeza, acumulándose de tal forma que no hay otra manera de despejarlos que con el gol. Que, eso sí,  cuando llega sabes que es el fin del via crucis. Entonces los goles vienen solos, con la mente clara y la confianza renovada.





"A partir de ahora los goles vendrán solos". Paco estaba más feliz por su compañero que por su gol. Sabía mejor que nadie que lo necesitaba. Porque sabe que ese era su trabajo principal anoche. El entrenador le puso para arropar a Costa, el futuro goleador de este equipo. Ayer los dos delanteros,  -desde la pareja Villa/Torres, Eurocopa 2008, no veíamos a dos puntas-  eran para eso, tender una mano a Diego. El dibujo fue 4-4-2 con centrocampistas en rombo, Busquets cerca de la defensa, Koke e Iniesta en los costados, y la adaptación más acertada; Silva de enganche. Ese sistema permitió que David luciera más e hiciera más daño con libertad para pensar y hacer buenos los desmarques de los dos puntas con su privilegiado sentido del último pase. Y Costa se beneficiaría de la inteligencia para crear espacios y arrastrar de Paco y viceversa. Son dos delanteros  que se mueven por zonas similares y de manera similar, pero se complementan porque son inteligentes en el reparto, el brasileño cae más a los costados , mientras que el valenciano aprovecha más los espacios cortos del área y por dentro. Y eso que era la primera vez que jugaban de inicio juntos. El valenciano es un jugador atípico en sus movimientos; pues los defensas no saben muy bien hacia donde va a tirar,  se mueve más por intuición y agilidad mental que de manera automática. Además Costa se impone en la conducción con su poderío físico y Alcacer en el área con su facilidad para el juego de primer toque y facilidad para el remate. 


Una jugada lo refleja: fue frente a Eslovaquia, justo antes de producirse un golpeo de balón hacia el área, donde pudimos ver como Diego Costa realizó un desmarque a sabiendas de que los defensores le seguirían y su compañero podría quedarse en una posición mucho más cómoda. Como era de esperar, un defensor eslovaco sale detrás de Diego Costa. El segundo, el que en teoría marcaba a Paco, cae en la trampa de salir también a por el hispano-brasileño, conocedor de su peligro cerca de la portería rival. ¿Resultado? Paco Alcácer consigue controlar completamente solo en el área pequeña rival y anotar el gol del empate.


La noticia es clara, volvemos a tener una pareja de delanteros complemetarios que nos permite ampliar opciones y alternativas delante para marcar diferencias.  Alcácer es el fenómeno que preveíamos iba a acabar pronto de explotar. Bien acabado con solo 21 años. Es el delantero anacrónico del momento, como James en la mediapunta. Son especies futbolisticas en peligro de extinción que han llegado para aliviar a los puristas y amantes del fútbol. Paco es un depredador de área en tiempos donde el punta tiene cada vez un rango de acción más amplio. James un pasador especialista, su privilegiada mente para trazar líneas de pase, y su pierna izquierda única, llevan la paleta más amplia de registros en el pase que se puede ver a día de hoy. Uno los ve jugar y respira aroma a fútbol viejo.





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