miércoles, 13 de agosto de 2014

LA GALAXIA KROOS










No contento con regalarnos uno de los veranos más fresquitos, este 2014 nos traía en pleno agosto (tres semanas antes de lo normal) una final abierta, atractiva y fresca, escondiendo las carencias habituales de la pretemporada y calmando las necesidades que todo futbolero sufre ya a estas alturas. Como una bocanada de aire fresco en pleno bochorno llegó para dejarnos jugosas novedades. 

Para empezar, Denis Suarez... que presentó sus enormes condiciones. Si algún jugador debutante puede suplir la alargada sombra de Rakitik ese es el joven Gallego. Del lado del campeón Bale confirmó su formidable estado físico y Cristiano lució como en sus mejores galas, y los que llegaban en lo que a priori se esperaba; en condiciones precarias -con solo 5-10 días de preparación-, sorprendieron por su frescura y acoplamiento, almenos hasta el minuto 70. Y dos sorpresas por encima de todas:



1) Denis Suarez, que para debutar (aún no lo ha hecho en primera), el balón no le quemó en ningún momento, siempre encaró con criterio, defendió su parcela  y en ataque fue el único que representaba algo diferente que pudiese al menos causar cierta, aunque leve, amenaza. Llevó el peso de su equipo y eso para un recién llegado es demasiado. Mancherter City y Barcelona debieron arrepentirse ayer viendo el partido si sus motivos eran la inexperiencia, porque anoche el chico fue más preparado y valiente que los que se proclamaron campeones de Europa la temporada pasada.



2) Kroos, que para el equipo fue el sistema donde apoyarse, una galaxia para vivir a través de su efecto de atracción gravitatoria. Por él paso toda la salida, toda la creación y toda la distribución del equipo. En su debut hizo olvidar a Xabi Alonso, algo que no ha conseguido nadie en años. Erró 3 pases de 76, su 90/95% de media por partido en el acierto de pases hablan de un monstruo de la precisión,  un potencial exponente para asegurar la posesión y el control de los partidos. A estas alturas de la temporada, con el tono menor normal de agosto, Kroos, representa un estilete decisivo para su equipo y uno devastador en el equipo rival.  Puede, además, paliar unas deficiencias que viene acusando el equipo desde hace tiempo sin remedio, me explico: en la ocupación de espacios cuando el equipo repliega es inteligente y puede ayudar a arreglar ese dilema que vienen teniendo cuando se parte el conjunto entre las líneas de ataque y defensa. Tácticamente siempre sabe cuando cerrar espacios y cuando colocarse en el sitio justo para beneficio del equipo. Eso ayudará muchísimo, sobretodo a Alonso si es su acompañante en el doble pivote. Xabi, en esas, tiene problemas para cerrar en el recorrido por el estado físico precario del que adolece últimamente, y ver la mejor versión del Tolosarra es indispensable para el ecosistema blanco. Kroos,  tácticamente impoluto, sería esa pieza que falta y el Madrid se beneficiará de eso en la salida fluida -es limpio y siempre elige la mejor opción- y en el plano defensivo en las transiciones, no solo en el ataque donde ya se sabe que Toni es sublime en la creación. Sería el enlace con los atacantes que tanto ha echado de menos en tantos partidos. Y el sostén en defensa que añora Ancelotti.


El Sevilla acusó el juego del teutón por encima de todo por su apabullante peso sobre el mismo. Su enorme sentido táctico le permitió estar situado constantemente por detrás de la jugada y tener siempre opción de pase para un compañero. La presión de los sevillistas la zafó con facilidad con sus pases de descompresión. Ahí los de Unai perdieron la moral con la que llegaban. Porque una vez batida esa línea el conjunto estubo a merced de las diabluras de los atacantes blancos. La idea de Unai en principio era buena: repliegue con dos líneas de cuatro, la primera situada sobre la frontal y papel clave de Denis, teóricamente mediapunta, para compensar con sus esfuerzos los desequilibrios que pudieran causar  Modric y Kroos. Lo que no quería el entrenador vasco era que su doble pivote cayera en la trampa de salir a buscar a alguno de los sostenes blancos y desnudasen la zona en la que irrumpirían Ronaldo y Bale. El trabajo del joven Denis resultó más que bueno, aunque Kroos es un futbolista que no admite tonos, o lo comprometes de verdad o te hunde, y un plan con el chaval, contra él y Luka, estaba condenado al fracaso. Lo del alemán fue una exhibición.


El Sevilla por su parte decepcionó teniendo en cuenta que la preparación fue visiblemente mayor que la del rival. Pero ya lo dijo Unai antes del partido... "El Madrid solo necesita el balón para hacer valer su calidad". Y los dos mazazos de la BBC dejaron sin opciones pronto al Sevilla. En epoca de playas abarrotadas, soporíferas tardes, interminables atascos y frecuentes sudoraciónes ver jugar al Real Madrid constituye un refresco oportuno. El Madrid de Carlo demostró que su versatilidad para plantear diferentes alternativas de juego noquea al más pintado con facilidad. Dejó claro que está fresco y ávido de éxitos, que no se relaja, que quiere más. Y esperamos más...







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