lunes, 20 de enero de 2014

CON LA MISMA MONEDA








El Sevilla sorprendió con Alberto Moreno en la izquierda por delante de Fernando Navarro, con Rakitic metido entre los volantes, y con Bacca sólo arriba. Pero sobre todo fue sorpresa porque con Bacca y Rakitic retrocediendo a tapar la salida de Gabi y Koke... Unai, le estaba pagando a Diego Pablo con la moneda con la que negocia "el Cholo" habitualmente. Vimos algo parecido ayer en el Sevilla, de lo que hizo el Atlético el sábado ante el Barcelona, para resumir lo que fue el partido. Además hay que añadir que los equipos empiezan a atisbar algo como una formula "antiatleti". El Sevilla obligó a los locales a iniciar la jugada con los centrales Miranda y Godín conduciendo; nadie les salió al paso. Emery colocó a sus hombres casi en un seguimiento obsesivo sobre el doble pivote colchonero, que hasta los seguía por las esquinas mientras rehuían.  Así fue, los centrales no conectaban como suelen hacerlo los pivotes, y la primera parte la salvaron para el Atleti las ayudas y la participación de Villa, que, por fin volvió. El Guaje permitió que Arda y Filipe tuvieran el apoyo extra que perdieron desde que el asturiano menguó hace ya muchas semanas. Además metió el 1-0 que dio tranquilidad en el Calderón, que ya soñaba con una noche placida como fulgente líder de la liga de los 100 puntos.



Dicha que se truncó con la mala gestión de la segunda mitad. Donde el Sevilla tomó el control, y aunque sin crear peligro real, - la defensa rojiblanca sigue siendo un muro- mereció el empate aunque llegara solo a través de un penalti tonto tras el agarre de Juanfran. No era el Atlético de Madrid de octubre, solo transmitió la frescura olvidada en la primera media hora y en la creación solo está Arda, y el Turco, ayer, solo estuvo a ráfagas. El equipo desconectó cuando él y David lo hicieron. Entre eso y que Koke no anda con el tono fino... Al final solo un arreón, que poco más que desencadenó en precipitaciones y golpes. 


El que cambió el escenario fue Rakitic, que estuvo en todas, defendiendo y lanzando, junto a Marin, al que se suponía que iban a situar de extremo izquierdo, pero no; el alemán jugó casi de interior, buscando la cercanía de Rakitic. Desde allí con sus pausas -y con la ayuda de Unai en la pizarra- entregaron el control del partido a su equipo. El croata ya es oficial; es uno de los gestores de la Liga. Él, y el otro de los Balcanes: Modric, van a marcar una época en el fútbol español, o mucho tienen que cambiar las cosas. Eso sí, al final ocasiones... pocas; al Cholo y Emery ese juego les chifla. Aunque esta semana se replanteará muchas cosas el argentino; una desconexión  que acusa en los últimos partidos, y una segunda parte en la que Emery le ganó en la pizarra. Eso no recuerdo cuando había sucedido por última vez. Empate fue un el resultado justo ante un partido tosco y encarecido, que deja una liga como hace unos días ni nos imaginábamos; los tres de arriba a un suspiro.








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