lunes, 25 de noviembre de 2013

VUELTA AL 4-2-3-1 Y EL "JOKER"





Tan fugaz como efectivo, Cristiano, creó hasta cinco ocasiones claras de gol en los primeros cinco minutos. Esa estadistica resume lo que viene siendo el portugués últimamente con su empuje. En el minuto 2 ya había impuesto su particular tónica con un remate fino y sutil, que uno no asociaría nunca a una estética tan firme. Atención especial a como se produce: Isco da el pase en posición de extremo izquierdo, -partiendo de la mediapunta- y Cristiano remata en posición de ariete -partiendo del extremo izquierdo-. 


Alarcón casa sobremanera en el sistema que se recuperó para la causa:  (lesión de Sami Khedira) el 4-2-3-1 donde actúa de mediapunta con libertad, desde donde representa un arma móbil muy difícil de defender para el rival. La entrada de Isco simboliza tantas variantes como lo hace una carta comodín en un lance complicado. Fue el "Joker" salvador de la baraja. El que salva la mano con su versatilidad mermando al rival con su pausa, conducción, regate, último pase y chute. Encuentra el camino más corto hacia gol con una facilidad que asombra. Es el jugador que más se asemeja a Iniesta por su singularidad; coge las riendas del equipo cuando la cosa se pone fea, como siendo el único capaz, bajo máxima presión, de decidir, como si la presión no pudiera con tanta destreza. Una que emplea a golpe de varita y chistera para deleitar al público con esa particular y exquisita sucesión de trucos, que dejan al rival, poco a poco, con poca o ninguna respuesta, antes de sentenciarlos con el truco final. Eso volvió a hacer en Almería tan pronto como recuperó la titularidad. Cerca del área es donde crea peligro de verdad. Hasta marcó un gol en una de las jugadas en las que merodeaba el área ante la imposibilidad de los defensores de pararlo. Da la sensación de que no saben si entrarle o no, pues no saben si va a sacar un pase definitivo o un chute, o si dará la vuelta de tuerca al juego. Y llevar la pelota tan pegada al pié no ayuda a los defensores. Isco dejó claro que este Madrid le necesita por su rica aportación de registros en el dominio, necesarios para la propuesta que quiere implantar Carlo.


El Madrid volvió a la costumbre del bajón físico en la primera parte después de unos minutos de buena intensidad. Y acabó la primera parte con la ventaja mínima que sabía a poco después del nuevo recital del portugués, que en el minuto 52, como puesto a prueba, sufrió un golpe en el muslo derecho que poco después le acarreo molestias. Todo quedó en susto; sobrecarga. Pero ahí entendió lo inútil de arriesgar y dio otra muestra de su evidente madurez; en cuanto notó un leve pinchazo preludio a la lesión, pidió el cambio a sabiendas del riesgo innecesario  que entrañaba seguir después de una semana bajo la presión de todo un país en la repesca. Una presión que no alcanzamos a medir en su real proporción. El cuerpo, incluso el de mayor aptitud, tiene sus limites y sus señales, y Ronaldo supo abandonar a tiempo. De hecho muchas veces llega la lesión más traumática y severa en el mejor momento de un jugador, cuando lleva tiempo en la cúspide de su nivel, como si la naturaleza estornudara, y con el estornudo, devolviera al que desafíe a la naturaleza a la cruda realidad de la fisiología más inherente. Cristiano, además, no tenía la necesidad imperiosa de resolver -lo había hecho ya con el gol que encarrilaba y dando la clasificación para el mundial a Portugal-, y con los méritos hechos para el balón de oro no hubo cabida para el riesgo. Algo que quizá no midió Messi, al que da la sensación de que esa dual competencia extrema que tanto le ha ayudado, esta vez le haya pasado factura en el último arreón  en la pugna por el oro. Da lástima perderlo durante dos meses por una pugna absurda.


Absurdo es un  premio individual y subjetivo en un deporte colectivo, además de inventado por una revista francesa con fines promocionales. Que últimamente más parece un desfile rutilante de estrellas expuestas por el negocio turbio del fútbol actual, que de un real premio objetivo basado en la meritocracia. Después de la sucesión de posicionamientos de trinchera en la campaña extremista que abanderan los tres candidatos, y sus inmolados por la causa sacrificando la verdad, queda claro el mal lugar de un premio adulterado que falta al principio básico del merito y al que faltan los principales candidatos. Y si no... ¿como se entiende que los dos principales candidatos, que llevan 6 años en la pugna, y no sé cuantos votando como capitanes de su selección, nunca hayan votado el uno al otro ni entre los tres primeros, cuando ya nadie duda de la superioridad aplastante de los dos sobre los demás? Evidencia la farsa en la que deriva. Farsa de los votantes al barrer para casa y de los organizadores con favoritismos e intereses comerciales. Espero la entrega más para el cese del latoso repertorio de candidaturas amiguistas, que para ponerle cara y ojos.






Rubén Martínez.

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