jueves, 7 de noviembre de 2013

EL TATA TIENE OTRO PLAN







Allegri les debió decir a sus chicos que no era momento para sufrir, que salieran y disfrutaran en el Camp Nou. Y no lo hicieron precisamente por eso, al Camp nou se tiene que salir a sufrir para acabar disfrutando. De alguna manera se podía intuir un mensaje de cierta ligereza. Quizá osado, pues pareció atreverse a plantar cara al Barcelona. Pero este Barça por muy menguado que esté respecto al de hace unos años no deja de ser un equipo muy hecho. Y con Messi y Neymar. Las facilidades que dio el sistema del italiano, el arrebato de valentía, consistió en liberar a Kaka de defender, estando de referencia junto a Robinho. Dejar dos almas libres el el Camp Nou se suele pagar caro, y el Barcelona campó a sus anchas en la primera mitad. Ese dibujo empleado les facilitó demasiado la vida. Kaká y Robinho no presionaban y permitían al Barça cruzar la divisoria con facilidad. Ahí surgió la inferioridad numérica milanista, que aguantó menos de lo habitual en defensa, precisamente por esa alegría que le hizo vivir en el sobreesfuerzo. Todo lo contrario que la variante que intenta introducir el Tata; esa tiene propósitos de reserva. Luego vimos una constante que acabó de desequilibrar el choque: Alves se llevaba a Muntari y Xavi e Iniesta hacían lo propio con De Jong y Montolivo. El resultado: 45 minutos de libertad para Messi. Leo pudo jugar de cara constantemente y eso te garantiza vivir cerca de la frontal gracias a sus conducciones. Fue un suicidio, pues aún estado al 60% ya se las arregló para matar el encuentro. Aunque lo comenzó desnivelando un penalti dudoso, -por caída antinatural- y un fallo de marcaje evidente en el segundo que evidenció la relajación. 


Porque el Milan en la segunda parte cinceló para el 2-2.  No quería irse sin mostrar esa osadía. El Milan elaboraba bien hasta tres cuartos, pero los centrales barcelonistas tenían la tarde dulce; sobretodo Mascherano, no tanto Piqué. Los intentos visitantes por sacar el balón jugado desde Abbiati dieron algunos frutos y mostraron lo mal que lo pasa el Barça a la hora de iniciar la presión arriba. Los azulgranas entonces, dijeron adiós a la frontal milanista y pasaron a defender, con las dificultades y enigmas habituales. Repliegue y contragolpe para sobrevivir. Pero ni la ejecución ni los mimbres son siempre coherentes ni afianzados aún y así lo vimos en la segunda mitad del Clásico y así lo volvimos a ver ayer. Almenos en esas el Barcelona parece saber ceder el protagonismo al rival para matar con la velocidad de Messi Alexis o Neymar. Es como el "click" que pone el Tata últimamente a modo de probatura para tener una alternativa en el futuro. De momento solo le sale si miramos el resultado. Pero si analizamos la ejecución parece que todavía no se acopla a unos jugadores demasiado automatizados en los últimos tiempos. El equipo de Pep era la imaginación latina pero unida a fiabilidad de ingeniería alemana, mucha intensidad para llegar a ese orden. El Tata tiene otro plan más práctico; buscar el espacio para la velocidad y el desborde en carrera de los tres puntas. El entusiasmo y la intensidad ya o dan para lo de antaño. Ya lo dijo "el Jefecito": "No hace falta hacer 20 toques en una jugada si con 3 es suficiente". Declaración de intenciones.







Rubén Martínez.

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