SIN COMODIN

El partido Osasuna-Barcelona fue atípico, entre la vuelta de las selecciones y la inminente semana, el Barcelona no estuvo metido del todo en el partido. Sin ser un un mal partido, le faltó "punch". Es como si jugaran todo el partido reservándose para la semana grande, sabiendo que tenían el "comodín Messi". Era razonable, todos hubiéramos secundado tal recurso de revulsivo tratándose de el jugador más determinante de la historia. Él  siempre salva los muebles cuando se le necesita con una cotidianidad que asusta. Pero...¿Qué pasó? Caprichos del fútbol. No funcionó; Messi esta entre algodones, de hecho,  no anda en plenitud física desde que Lorenzo Buenaventura abandonara el club. Y de eso ya hace un año y medio. Leo sin la figura del preparador físico de la era Pep vuelve a ser el Messi de los primeros años y el Barcelona se quedó sin comodín en Pamplona. Vive entre algodones como volviendo a las andadas de la primera etapa con Frank Rijkaard y se le vio sin la chispa necesaria para su desequilibrio. Y también estaba Arribas...


El defensa Madrileño estuvo inmenso. Saco lo imposible, siempre bien colocado sostuvo al equipo cuando peor lo pasó. Demostró que es un defensa para un equipo mayor, y al tiempo. Por suerte para Osasuna, el fabuloso Arribas ayer estaba de rojillo y  mantuvo el orden de su zaga, haciendo que esta no perdiera la colocación en las situaciones de máximo riesgo. Pese a ello, al conjunto Osasunista le quedaba cada vez más lejos la portería de Valdés. Y cuando se acercaban, Bartra y Puyol corregían con acciones de mérito. Tras 200 días sin pisar un terreno de juego, Carles, nos demostró lo que todos por otro lado nunca dudamos; que volvería a sus 35 años con la ilusión y el tono físico de un juvenil desde el minuto 1. Es ya el eterno ejemplo. Mandó, dispuso y dio la seguridad que tanto ha echado en falta el Barcelona durante su larga ausencia. Los defensas fueron protagonistas en el Sadar y el resultado final lo atestigua.


El Barcelona comenzó con paciencia y las ideas claras; retrasó a Busquets entre los centrales para que la presión de los dos delanteros Osasunistas no impidieran la salida limpia. Por otro lado habitual cuando el Barcelona se enfrenta a un equipo con dos delanteros. Luego la conexión con Xavi que venía a recibir al pivote con Iniesta y Cesc fue fluida. Gato Silva y Lolo, doble pivote local, no daban abasto con tanto trabajo. Tata vio esa carencia y mandó a Neymar a hacer de las suyas por dentro. Pero Osasuna no le dejó más de tres o cuatro travesuras que por el acierto de Arribas o el desacierto de Cesc y Montoya en la definición,-anduvieron con el pie desatinado- no acabaron en gol.

Este empate pone la liga más emocionante, justo en vísperas a la semana más importante de lo que va de temporada. El Barcelona con la duda de Messi y el Madrid con la duda de su juego. Saldremos de dudas.






Rubén Martínez.