Hoy han cambiado los papeles, ahora los niños no persiguen nada. Los parques están vacíos, la inquietudes ilusorias, los charcos huérfanos. Las madres no limpian ropas, ni conciencias; se apartan al acomodo de todo aquello, refugiadas en la tranquilidad de la tregua que les da. La abuelas ya no cosen remiendos ni pantalones de pana. Ya no corren libres, solo les persigue el constante campaneo de las nuevas tecnologías, el sin cesar de su yugo. Nosotros éramos niños que corrían tras los sueños, perseguíamos embustes o ilusiones. Daba igual, teníamos un destino que ahora mi maltrecha imaginación intenta recordar, y mientras el mundo no cesa, miro a otro lado, soñando como en la infancia; detrás de un balón.
jueves, 15 de agosto de 2013
INFANCIA CON BALON
Hoy han cambiado los papeles, ahora los niños no persiguen nada. Los parques están vacíos, la inquietudes ilusorias, los charcos huérfanos. Las madres no limpian ropas, ni conciencias; se apartan al acomodo de todo aquello, refugiadas en la tranquilidad de la tregua que les da. La abuelas ya no cosen remiendos ni pantalones de pana. Ya no corren libres, solo les persigue el constante campaneo de las nuevas tecnologías, el sin cesar de su yugo. Nosotros éramos niños que corrían tras los sueños, perseguíamos embustes o ilusiones. Daba igual, teníamos un destino que ahora mi maltrecha imaginación intenta recordar, y mientras el mundo no cesa, miro a otro lado, soñando como en la infancia; detrás de un balón.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario