viernes, 2 de agosto de 2013

FLORENTINO EL CAPITÁN





Cuando Zinedine te llama para decirte que te quieren en el Real Madrid, que es un club especial y la oportunidad de jugar en el Bernabéu sólo pasa una vez en la vida, no puedes dejarla escapar.  Cuando uno es niño siempre anhela el sueño de pertenecer a ese gran equipo, desde Ferenc Puskas, Francisco Gento, Alfredo Di Stéfano...hasta Roberto Carlos, Zinedine Zidane o Cristiano Ronaldo. Incluso un culé confeso y ferviente como Isco no púdo decirle que no.


Bale; el jugador que en el recreo sus compañeros le obligaban a jugar solo con la diestra; su pierna mala, para no abusar, se ha plantado. Ha decidido donde jugará y cuando, es su sueño y los jugadores cuando quieren jugar en un sitio ya puede moverse tierra y aire o Levy marear con una contraoferta mareante, que la mayor fuerza motriz que existe es la voluntad.

Ahora; cuestión de millones de euros. De muchos, seguramente el mayor traspaso de la historia del deporte. Florentino no cesa en sus caprichos y esta guinda del pastel parece definitiva para contrarrestar el "efecto Neymar". El marqueting es asunto esencial en este baile de operaciones que Florentino siempre ha abanderado. El mercado se mueve a su paso, se habla de 120 millones de euros y las voces alzadas y las manos a la cabeza no han tardado en aflorar. Por desgracia vivimos en la era de las cifras para todo, creemos que la económica es una ciencia absoluta sin pararnos a pensar qué es lo más tangible y real, aún provocada la crisis económica mas severa, cayendo la que está cayendo, seguimos erre que erre. Pero claro, Florentino no dirige una oenegé, ni le podemos pedir que invierta el dinero en paliar la crisis. Atizar solo al que protagoniza el desembolso más sonado es como culpar solo de contaminar el mar al capitán del transatlántico más grande, como si los demás barcos no tuvieran incidencia en la polución. Así que dejémonos de demagogias porque todos los clubes invierten millonadas en fichajes y cada uno en su negocio es responsable de lo moral o desproporcionado de la inversión, y la rentabilidad de estos fichajes solo les atañe a ellos, que por cierto; repiten cada vez que pueden, así que tan perjudiciales no pueden ser. Y que nos quiten lo "bailao": ¿quien que ame este deporte no frota ya sus manos ante semejante constelación después de los dos fichajes más sonados del verano?









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