martes, 23 de julio de 2013

EL VACÍO DE TITO






El vacío de Tito será difícil de llenar, el  relevo generacional natural de la filosofía BarÇa deja un hueco grande y doloroso por los motivos. Volvía de las vacaciones con la ilusión de un juvenil y con equipo propio esta vez, -el anterior era heredado de Pep- pero el devastador resultado de su control medico rutinario era rotundo y su incompatibilidad con la ardua tarea que supone el cargo era definitiva esta vez, más si cabe por el reciente tratamiento en Nueva York que en la teoría debería ser terminante para la recuperación. La decisión sin elección; deberá dedicarse por completo a su lucha más difícil y la única de real importancia, dejando un vacío en lo técnico pero sobretodo el vació humano más triste. Es la noticia que nadie querría dar.


El golpe que supone en el vestuario es durísimo, más aún siendo el quinto impacto que supone ver un miembro de un vestuario luchar por la vida. Este revés es como definitivo para acabar de minar las fuerzas mentales de los jugadores y el Tata Martino tiene como principal trabajo levantar la moral de unos jugadores abatidos, pues en lo futbolistico este equipo funciona de memoria. En esa labor peliaguda que le espera el primer paso natural es normalizar la situación pasados los días de la incomprensión que supone tantas veces tocarte a ti ese mal trago. El segundo la aceptación de como vienen las cosas y coger fuerzas para seguir adelante que ya es suficiente. Estos jugadores han sufrido este mal trago en varias ocasiones, superándolo, así que el optimismo necesario y la capacidad de sufrimiento que conlleva esta lidia ya la poseen.



Se va un hombre que a demostrado honestidad y una fuerza a prueba de bombas. Y ganándose  el cariño y el respeto del vestuario incluso desde las categorías inferiores. Su amor por el club y su compromiso y dedicación han sido notables y se va apesadumbrado por abandonar un grupo que nunca le dejo solo en la lucha y que si fuera por el jamás lo hubiera abandonado. Con el recuerdo de momentos inolvidables y un legado corto pero fructífero, con una liga ante un gran Real Madrid de Mourinho e igualándole el récord de los cien puntos, que aún con ese dato será recordada por ser su liga; esa en la que se ganó incluso con las adversidades en forma de enfermedades. Con una despedida nostálgica en forma de carta abierta que encierra la fuerza que aún conserva a pesar de tanto golpe en recaídas, dejando hueco a la esperanza. Nos deja apenados y tristes, con la esperanza de que algún día volvamos a verle en un banquillo. Sería la mejor noticia, esa que todos queremos dar."Tito vuelve a sentarse en un banquillo". Ojalá, la esperanza es lo último que se pierde. 









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