viernes, 26 de julio de 2013

EL TATA MARTINO






¿Por qué el Barcelona ha optado como remplazo de Tito Vilanova por un personaje tan desconocido y desconocedor -a priori- del fútbol Europeo? Quizá porque su propuesta se asemeja dada su admiración por el "Modelo BarÇa" y llega al conjunto azulgrana un ferviente creyente de esa escuela futbolística; esa del fútbol de posición, toque, posesión, presión en la pérdida, ese defender con el balón, hacerlo circular rápido. A la vez, posee la empatía para comprender el nuevo club y su entorno; adaptarse a sus circunstancias, y no al revés.  Porque el equipo donde todavía ostenta el récord de partidos disputados y ha hecho reciente carrera también como técnico es Newell’s; de su paso conoce la devoción por la formación, los códigos, el amor por un club y el arraigo que eso conlleva. Algo que encaja con la importancia que tiene en su nueva casa el trato con los jugadores de la cantera, el respeto por esos valores compartidos. Unos valores que sin duda le ayudarán en su nueva etapa. Y un aval determinante; Leo Messi, que como él mismo reconoció "gravitó" sobre su fichaje, graso error teniendo en cuenta que si las cosas van mal se le vendrá en contra a Messi, incluso a él.

 El ‘Tata’ es pausado en lo personal, cosa que, a priori, poco tiene que ver con sus aptitudes como entrenador, pero que le ayudará a gestionar las inquietudes humanas de un vestuario en el que aterriza casi de improviso. Martino ha hecho mucha calle en el  fútbol. Un erudito del balón y del toque, tanto en la hipótesis como en la praxis; su prioridad es la posesión por encima de todo y el tacto con la pelota. De su tan comentada relación con Bielsa, en realidad la mayor herencia que existe es la disciplina, la importancia de lo táctico y el enorme respeto a la vocación que casi roza la locura , sin llegar a los extremos del Loco. Para empezar es mucho más discreto, humilde y muy contenido emocionalmente en comparación con Marcelo.





  La trayectoria como técnico del argentino data desde el año 98 en que obtuvo algunos títulos con equipos paraguayos. Pero en su casa, en Newell’s, como entrenador la historia fue muy diferente. Transformó la manera de jugar en año y medio. Supo motivar a un equipo roto y les mostró el camino de salir del hoyo con la pelota jugada de atrás, de abrir el campo, de avanzar con la posesión, de presionar arriba para poder defender lo más lejos posible de su portería, -¿Os suena?- construyendo un estilo reconocible en el campeonato argentino. Tuvo buena vista para sus elecciones trayéndose a un olvidado -Scocco-, convirtiéndolo en falso ’9′  -¿Os vuelve a sonar?- para armar el juego y sorprender desde atrás. Apostó por Vergini de central, un joven alto y técnico con dotes de mando y capacidad para construir, al estilo Piqué o Bartra, que ahora suena como refuerzo para la zaga culé. Reconvirtió al veterano Heinze, al que supo endulzar para que su agresividad resultase provechosa en un once más artístico que guerrero. En suma, Newell’s resultó ser un equipo mesurado, de buen trato, inteligente para sacar siempre el registro que tocaba. A imagen de Martino. Que obtuvo éxito llegando a semifinales de la Copa Libertadores 2013 . Sin duda todo eso lo querrá retomar en Barcelona sobretodo esa presión que imponía con Guardiola más que con Tito, pues este último año ha sido mucho menos asfixiante en esa presión.

Cómo técnico, en Paraguay  se adaptó, como lógicamente debe hacerlo todo buen entrenador y construyó un modelo antitético de lo que fue como jugador. Decisión honesta y pragmática, ladeando ideas más confeccionadas y románticas para vivir del esfuerzo y el sacrificio, sobretodo muestra es aquel partido ante España en cuartos de final del Mundial de Sudáfrica, donde puso -con orden táctico y una presión asfixiante- en serios apuros a la campeona del mundo. Consiguió la clasificación de Paraguay hasta los cuartos de final del Mundial Sudáfrica 2010 y la final de la Copa América Argentina 2011.



Parece que la elección es buena en cuanto a similitudes y en cuanto a encajar por filosofía, solo le veo un pero; no conoce los entresijos más recónditos de nuestra liga, es decir jamás se encontró como técnico con una olla a presión y un equipo tan aguerrido como el Osasuna de Pamplona, o no conoce un campeonato tan técnico y rápido en los últimos años como el nuestro desde su paso por el Tenerife como jugador hace ya 22 años. Veremos su adaptación y resultados teniendo en cuenta lo delgada de la linea que separa el éxito del fracaso, y el hecho de competir contra un todopoderoso Real Madrid, mano a mano, con la presión que supone. Aunque  la presión es como la crisis para los argentinos. Ya están acostumbrados, la tuvieron toda la vida. 







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