sábado, 13 de julio de 2013

EL ORDAGO





La marcha de Pep respecto a la orfandad del catalano-barcelonismo es palpable. La ausencia del entrenador es como si a "Vichy Catalán" le quitaran el gas, perdería toda su fuerza, o como si a una bebida catalana tan carismática como "Aromas de Monserrat" dejara de ser de Montserrat o perdiera los aromas y con ellos su esencia. El vacío de Guardiola es demasiado grande, habida cuenta de que el barcelona necesita un líder representativo en lo deportivo e institucional. Un superclase como él; catalán, telegénico, con don de palabras y de gentes, capaz de recitar a poetas nacionales y tener "el seny" (sentido común) y la clase necesarios para liderar a esta institución. Él es incluso capaz de ser portavoz hasta de una olla de grillos.



Y eso que hace ya un año que se fue. Cariacontecido se despedía en una rueda de prensa estrambótica y adulterada. Para la directiva actual más parecía un tramite obligado de cara a la galería y disimulo, que una real despedida sentida. La relación era ya insostenible y la decisión definitiva. La voluntad de Guardiola de no renovar el contrato y cumplir con su papel de líder y representante del club frente a directivas de aluvión, estaba meditada. Su rostro de sorpresa al anunciarse ya el nombre de Tito. Lo acordado era no sacar ese nombre en su despedida pero Sandro le traicionó como devolviéndole el desplante. Harto de infinitos desencuentros con la directiva, Guardiola, pagaba un elevado precio por su salida, porque salieron de paniaguados de la directiva campañas de desprestigio hacia su persona. Sin otra base que la de no plegarse a un dictado institucional de una directiva desalineada desde la salida de Laporta. Pep actuó en consecuencia con sus ideas y puso tierra de por medio con una única condición, que le dejasen tranquilo; "Durante este año me fui a 6.000 kilómetros y sólo pedí al presidente que me dejaran tranquilo; y no lo han conseguido. No cumplieron su palabra, no la han cumplido" reclamaba desde Trentino, donde el Bayern está haciendo la pretemporada. 



El primer censor fue Freixa cuando allá por enero soltaba tal lindeza; "Tito Vilanova no solo a superado lo anterior en lo deportivo, sino en lo personal que es lo mas importante" poniendo en entredicho no solo su tarea como entrenador, olvidando que su etapa ha sido la más exitosa de la historia, sino cuestionando su moralidad. Pero la gota desbordante fue la utilización de la enfermedad de Tito por parte de la directiva; "Con lo que ha pasado este año, se han pasado de la raya. Utilizar la enfermedad de Tito Vilanova para hacerme daño, eso no lo olvidaré nunca, nunca. A Tito Vilanova lo he visto en Nueva York; y si no lo he visto más, ha sido porque no ha sido posible, pero no por parte mía. Justificar que yo no quiero que le vayan bien las cosas a un compañero que tanto me ha ayudado es de muy muy mal gusto, no me lo esperaba", explicó Guardiola, a quien acusan, según algunas versiones, de no haber visitado al actual técnico del equipo catalán cuando viajó a Estados Unidos a tratarse por su enfermedad. Si añadimos la noticia de O globo, (medio de comunicación Brasileño con amigos de Rosell casualmente) donde se afirmaba que Guardiola había aconsejado a Neymar no fichar por el Barcelona, argumentando que Tito no sabría utilizarlo junto a Messi, acabaron de colmar la paciencia del de Santpedor.
El órdago de Pep, por lo que representa para el Barcelonismo, esta claro que no pasara desapercibido y habrá un antes y un después tras estas declaraciones. 







No hay comentarios:

Publicar un comentario