EL FUTBOLISTA DE OTRO TIEMPO

Allá por el año 1996, surgía de la Unión Deportiva las Palmas un futbolista atípico, de otro tiempo; anti-menestral. Que centró rápido las miradas de los amantes del fútbol de sutileza. Cuando el fútbol por aquel entonces no era tan veloz y daba espacio al futbolista lento pero imaginativo. Era la pausa que solo poseen los elegidos; De la Peña, Riquelme o Iniesta, por citar los más representativos. Pero la zurda del de Arguineguín tenía un efecto más que eficaz. Con un toque, el nuevo talento canario te transportaba a una época de fantasía artesanal. Su juego llamaba la atención de los románticos motivado por su dominio del espacio, enamoraba por su hechizo. "Tiene aroma a fútbol viejo" decían.

Aunque a Juan Carlos Valerón le hubiera gustado que las cosas hubieran sido un poquito más lentas a su alrededor. Tener un rinconcito donde yacer y no lidiar constantemente con la incesante urgencia a la que se somete cada vez más al fútbol. Pero su increíble lectura y criterio con el balón se acabó imponiendo. Él decidía cuándo lanzar hacia fuera y cuándo retener por dentro. Cuando gobernar o cuando asestar. Alcanzaba frente al agitado fútbol moderno, a imponer su juego de volatinero.

Ahora vuelve sobre sus pasos, a las Palmas. Donde nació como futbolista cierra el circulo para perecer en su ultima temporada en la élite y con 38 años nos abandona uno de los mejores jugadores españoles de los últimos tiempos. Iniesta aseveraba una vez; "pagaría una entrada para verlo" deberá apresurarse antes de su ultima actuación. Es el futbolista de otro tiempo. Era tan especial que al verle uno torcía el gesto ¿Cabe Juan Carlos Valerón en el fútbol del S.XXI? se preguntaban embelesados por su juego, ¿Hay espacio para este genio en los laboratorios del fútbol moderno?. Era lícito dudar, pero soñar era gratis y el sueño se cumplió; impartiría clases de fútbol artesanal durante casi dos décadas.